Para nosotras el P. Butinyà fue un hombre apasionado por Jesús y comprometido con su tiempo. Amante de su tierra y sus raices, capaz de abrir su mirada más allá y buscar una respuesta a la situación de los hombres y mujeres trabajadoras pobres. Hoy seguimos necesitando de su pasión, lucidez y esperanza.
Comentarios
Publicar un comentario