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Adelina Grau Castán, ssj, Sant Vicenç dels Horts (Barcelona- España)

Siento un profundo cariño y agradecimiento a Butinyà, inspirador del Carisma del que hemos bebido las Siervas e Hijas de San José. Carisma que fue muy novedoso en el siglo XIX y de profunda actualidad en pleno siglo XXI. De él aprendí que la llamada a la santidad es posible en personas de carne y hueso y en cualquier ocupación por humilde que sea, basta con vivir un amor grande a la oración y al trabajo, buscando siempre el querer de Dios. Para mí es modelo de santidad, y deseo y pido que pueda llegar a serlo para toda la Iglesia. 
Entre los muchos aspectos de su vida, como su profunda humanidad, su amor y dedicación al mundo del trabajo, la sensibilidad por los pobres con mirada especial a la mujer en situación de riesgo, admiro cómo supo articula el cariño a la familia y “su tierra”, su vocación de Jesuita y Fundador, superando todas las incomprensiones y dificultades, que no fueron pocas. 
Considero que es un apóstol incansable al servicio del Reino, un Santo que vive desde la humildad, la fe y la plena confianza en Dios todo lo que acontece en su vida, con un único centro: Jesús y la pasión por el Reino. 
Gracias Butinyà por sentirme llamada a vivir este gran Carisma que tú y Bonifacia nos legasteis a las Siervas, Hijas y Laic@s.

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